viernes, 12 de marzo de 2010

Ratas

POST ENCARGADO POR LA DE MARBELLA: "A mi me gusta tu sentido del humor, y me decanto por entradas humoristicas (aunque sea humor negro jajaja)"

"¡Capitán, se van las rataaaaas!"

"Ahora no puedo ir, pero da igual ¡nunca me gustaron!"

"¡Malditos roedores!"

"¿Ni siquiera en costillitas a la miel como yo te las preparo?"

"Mi madle también las hace muy licas en el lestaulante."

"La mía las hace mejol en el suyo, zola."

"No os peleéis, chicas, que ahora vamos a explicar cómo se preparan."

Lo importante es tener una cocina bien limpia por la higiene.


Fregarla con abundante agua, que con las inundaciones que estamos teniendo, no hay porqué escatimar.


Frotar intensamente el suelo con jabón para eliminar las manchas más resistentes.


"¡Oops, el baño está ocupado! No lo puedo fregar ahora."


"Mi horóscopo dice que es mejor que hoy no salga a la calle ¡cuántas tonterias hay que leer!"


No utilicéis ropa de fibra sintética para cocinar, que se ensucia mucho.


Primero necesitamos conseguir la rata, para eso podemos ir a los supermercados chinos o tener a un buen cazador...


...que sea experto en artes marciales y técnicas específicas de ataque.


Cuantó más grande sea la rata, mejor, más chicha.


Para preparar una buena rata, se le ha de golpear un buen rato, valga la redundancia.


Es como si preparasemos un gran pulpo.


Se deja a la rata colgando unas cuántas horas antes de despellejarla.


Después, sujetándola por el rabo para que se no escape...


...se la corta a cachos a gusto del consumidor...


...según elija en la carta cerdo, pato, pollo o ternera.


"Ya pueden pedirme lo que deseen, señores."


"Les recomiendo la carne. Hoy está excelente".

miércoles, 3 de marzo de 2010

Estás como ausente

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


  y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.



Parece que los ojos se te hubieran volado


  y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma,


emerges de las cosas, llena del alma mía.


Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,


y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante,


y estás como quejándote, mariposa de arrullo.


Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:


déjame que me calle con el silencio tuyo.



Déjame que te hable también con tu silencio.


Claro como una lámpara, simple como un anillo.


Eres como la noche, callada y constelada.


Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.



Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


distante y dolorosa como si hubieras muerto.



Una palabra entonces, una sonrisa bastan.


Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Fragmento de un poema de un tal Pablo Neruda.