Ha ocurrido en Rio de Janeiro (Brasil).

Estaba un día Papa Noel tomando el sol en la playa cuando..."
¿Queréis quitar? Asi no puedo hacer la foto. De verdad que no se puede venir a Brasil ¿eh?".

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Si, a vosotras os digo, ya se que mola mirar, pero después lo podréis ver en el blog en cualquier parte del mundo".

Bueno, vuelvo a empezar: Estaba un día Papa Noel tomando el sol en la playa...

...cuando le dijeron que fuera a repartir juguetes entre los niños necesitados.
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¡Joder! ¿Ahora? Es que he dado el dia libre a los renos".

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Es que los niños no saben leer ni escribir y sólo han visto esta foto en la que creen que eres tú y están asustados".

"
Bueno, cinco minutos, me acabo los combinados y voy".

Lo llevaron como pudieron hasta un helicoptero...

...y como me vieron por allí en medio haciendo el post, pues también me subieron a mi para que diera cuenta del acontecimiento.

Ya os lo imagináis. El helicoptero iba hasta los topes: Santa, los regalos, yo y los elfos verdes.

Ibamos a hacer una buena acción. Lo que nadie sabía es que el helicoptero se dirigía...

...hacia una de las favelas sobre la que ibamos a volar.
¡ Chan !
¡ Chan !
¡ Chan !

Y alli, al control de la favela estaba
Carlota, la de los cabellos verdes...

que siempre llevaba muy cerca...

...a su estimada compañera.

Le habían dado el soplo de que la capitán
Morgan...

...iba a repartir por su favela desde el aire chuches y golosinas...

...y los pobres niños de las favelas que fueran diabéticos enfermarían, ya que no podían proveerse de insulina para curarlos.
En ningún momento de su vida, Carlota y Morgan habían hablado entre si...

...y ella no sabía que Morgan lo hacia de buena fé para alimentar a esos niños hambrientos, ni Morgan que, a la vez, estaba haciendo mal.
Es lo que siempre ocurre:
si no hay diálogo, hay enfrentamiento...pero la historia tiene que continuar...
Carlota dijo a sus francotiradoras:

"
¡Bajar las armas! ¡Morgan es sólo mía!"
Apuntó con todo cuidado camuflándose en la espesura...

...y cuando llego el momento, se oyeron desde el helicoptero dos disparos. Se oyó a Papa Noel chillar "
¡Ostias! Si ya decía yo que trabajar fuera de horas no traería nada bueno".
Afortunadamente, sólo se rompieron un par de juguetes...

...porque yo siempre tengo un ángel de la guarda protegiéndome.

Una vez a salvo, nos llevaron en coche con los niños y se pudieron repartir los regalos.

Las cosas que tienen las historias reales es que no te puedes inventar nada y lo tienes que contar todo tal y como sucedió, pero ya me inventaré alguna historia para dar rienda suelta a mi imaginación.

Por cierto, les dije a Morgan y a Carlota que les dedicaría un post ¿qué os parece este? je, je.